miércoles, 25 de marzo de 2020

Ciencias Sociales

Para trabajar en la semana del 25 al 27/3 
Acordate de usar una hoja rayada que en el borde diga Ciencias Sociales. No es necesario imprimir las actividades, podes trabajar desde el Blog y responder en una hoja. Saludos, Emi

24 de Marzo: Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia

En esta imagen hay varios objetos que nos hacen recordar ese momento de nuestra historia Nacional. En familia hagan una lista (en una hoja rayada para poner en la carpeta de sociales cuando nos volvamos a ver)de estos objetos y entre todos conversen y escriban porque esos objetos hacen referencia a la época de la última dictadura.

Para conocer un poco más podés conversar por teléfono o mediante videollamada con algún abuelo/a, tío/a  o  con quién conozcas que haya vivido ese momento de nuestra historia y te pueda contar algún recuerdo de cómo fue para ellos/ellas vivir en ese periodo.


Mirá este video y luego lee el texto.






IDENTIDAD Y MEMORIA
Los  responsables del  terrorismo de Estado  consideraban que para completar  la  desaparición  de  la  forma  ideológica  que pretendían exterminar era necesario evitar que ésta se transmitiera  a  través  del  vínculo  familiar.  Por  eso,  se apropiaron  de  los  hijos  y  las  hijas  de muchos  de  los desaparecidos. Como  dicen  las Abuelas  de Plaza  de Mayo en su página web el objetivo era que  los niños  «no sintieran ni pensaran como sus padres, sino como sus enemigos» (1).
El procedimiento de apropiación de niños y niñas se llevó a cabo de diferentes maneras. Algunos fueron secuestrados junto a sus padres y otros nacieron durante el  cautiverio  de  sus madres  que  fueron  secuestradas estando embarazadas. Muchas mujeres dieron a luz en maternidades de modo clandestino y fueron separadas de sus hijos cuando éstos apenas habían nacido.
La cantidad de secuestros de jóvenes embarazadas y de niños y niñas, el funcionamiento de maternidades clandestinas  (Campo  de Mayo,  Escuela  de Mecánica de  la Armada, Pozo de Bánfield  y otros),  las declaraciones de testigos de los nacimientos y de los mismos militares demuestran que existía un plan preconcebido. Es decir: además del plan sistemático de desaparición de personas, existió un plan sistemático de sustracción de la identidad de los niños.
Los niños y las niñas robados como «botín de guerra» tuvieron diversos destinos: fueron inscriptos como propios por los miembros de las fuerzas de represión; vendidos; abandonados en  institutos como seres sin nombre; o dados en adopción fraguando la legalidad, con la complicidad de jueces y funcionarios públicos. De  esa manera,  al  anular  sus  orígenes  los  hicieron desaparecer, privándolos de vivir con su legítima familia, de todos sus derechos y de su libertad. Sólo unos pocos fueron entregados a sus familias.
Para responder luego de ver el video y leer el texto.
1-      ¿Qué le sucedió al papá de  Martina que cambió su nombre y apellido?
2-      ¿Por qué fue importante para Martina y su papá recuperar su identidad?
Los libros que trae la maestra en la imagen fueron algunos de los prohibidos durante la dictadura porque los consideraban peligrosos. Sus autores y los libros fueron censurados, es decir que se prohibió su lectura y difusión durante este período.
Te dejo algunos de estos cuentos y libros prohibidos durante esta época. Elegí uno o más de uno, leelo o escuchalo y contame en la misma hoja que ya venías trabajando ¿por qué pensas que fue censurado en la última dictadura militar?.

Resultado de imagen de un elefante ocupa mucho espacioUn elefante ocupa mucho espacio-por Elsa Bornemann-

Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar "en elefante", esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento:
Verano. Los domadores dormían en sus carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente.
- ¿Te has vuelto loco, Víctor? - le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jaula - ¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡El rey de los animales soy yo!
La risita del elefante se desparramó como papel picado en la oscuridad de la noche:
- Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de nuestras selvas...
- ¿De qué te quejas, Víctor? - interrumpió un osito, gritando desde su encierro - ¿No son acaso los hombres los que nos dan techo y comida?
- Tú has nacido bajo la lona del circo... - le contestó Víctor dulcemente - La esposa del criador te crió con mamadera... Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad...
- ¿Se puede saber para qué hacemos huelga? - gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá.
- ¡Al fin una buena pregunta! - exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos... que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero... que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente... que se los forzaba a imitar a los hombres... que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres... Y que patatán fue la orden de huelga general...)
- Bah... Pamplinas... - se burló el león - ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno de nosotros habla su idioma?
Sí - aseguró Víctor - El loro será nuestro intérprete - y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los dobló sin dificultad y salió afuera.
Enseguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros. Al rato, todos retozaban en los carromatos. ¡Hasta el león!
Los primeros rayos de sol picaban como abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad de líneas anaranjadas... (los animales nunca supieron si fue por eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped...)
De inmediato, los domadores aparecieron en su auxilio:
¡Los animales están sueltos! - gritaron a coro, antes de correr en busca de sus látigos.
¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas! - les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon, dispuestos a encerrarlos nuevamente.
¡Ya no vamos a trabajar en el circo! ¡Huelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante!
¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas!
Y los látigos silbadores ondularon amenazadoramente.
- ¡Ustedes a las jaulas! - gruñeron los orangutanes. Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron. Pataleando furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes.
La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES
Entretanto, Víctor y sus compañeros trataban de adiestrar a los hombres: - ¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través de estos aros de fuego! ¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas!
¡No usen las manos para comer! ¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Ladren! ¡Rujan!
¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! - gimió el dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa, caminando sobre las mano - ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren?
El loro carraspeó, tosió, tomó unos sorbitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el elefante:
..Con que esto no, y eso tampoco, y aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán... porque... o nos envían de regreso a nuestras selvas... o inauguramos el primer circo de hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del vecindario. He dicho.
Las cámaras de televisión transmitieron un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de embarque con destino al África.
Claro que el dueño del circo tuvo que contratar dos aviones: en uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor... porque todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio...

El libro de Beatriz Doumerc (textos) y de Ayax Barnes (ilustraciones) fue publicado en 1975 por Rompan Fila ediciones, prohibido por el decreto n°1888 en 1976,



El caso Gaspar Elsa Bornemann 
Aburrido de recorrer la ciudad con su valija a cuestas para vender —por lo menos— doce manteles diarios, harto de gastar suelas, cansado de usar los pies, Gaspar decidió caminar sobre las manos. Desde ese momento, todos los feriados del mes se los pasó encerrado en el altillo de su casa, practicando posturas frente al espejo. 
Al principio, le costó bastante esfuerzo mantenerse en equilibrio con las piernas para arriba, pero al cabo de reiteradas pruebas el buen muchacho logró marchar del revés con asombrosa habilidad. Una vez conseguido esto, dedicó todo su empeño para desplazarse sosteniendo la valija con cualquiera de sus pies descalzos. Pronto pudo hacerlo y su destreza lo alentó. —¡Desde hoy, basta de zapatos! ¡Saldré a vender mis manteles caminando sobre las manos! —exclamó Gaspar una mañana, mientras desayunaba. Y — dicho y hecho— se dispuso a iniciar esa jornada de trabajo andando sobre las manos. 
Su vecina barría la vereda cuando lo vio salir. Gaspar la saludó al pasar, quitándose caballerosamente la galera: —Buenos días, doña Ramona. ¿Qué tal los canarios? Pero como la señora permaneció boquiabierta, el muchacho volvió a colocarse la galera y dobló la esquina. Para no fatigarse, colgaba un rato de su pie izquierdo y otro del derecho la valija con los manteles, mientras hacía complicadas contorsiones a fin de alcanzar los timbres de las casas sin ponerse de pie. Lamentablemente, a pesar de su entusiasmo, esa mañana no vendió ni siquiera un mantel. ¡Ninguna persona confiaba en ese vendedor domiciliario que se presentaba caminando sobre las manos! —Me rechazan porque soy el primero que se atreve a cambiar la costumbre de marchar sobre las piernas... Si supieran qué distinto se ve el mundo de esta manera, me imitarían...Pacienci a... Ya impondré la moda de caminar sobre las manos... —pensó Gaspar, y se aprestó a cruzar una amplia avenida. 
Nunca lo hubiera hecho: ya era el mediodía... los autos circulaban casi pegados unos contra otros. Cientos de personas transitaban apuradas de aquí para allá. —¡Cuidado! ¡Un loco suelto! —gritaron a coro al ver a Gaspar. El muchacho las escuchó divertido y siguió atravesando la avenida sobre sus manos, lo más campante. —¿Loco yo? Bah, opiniones... Pero la gente se aglomeró de inmediato a su alrededor y los vehículos lo aturdieron con sus bocinazos, tratando de deshacer el atascamiento que había provocado con su singular manera de caminar. En un instante, tres vigilantes lo rodearon. —Está detenido —aseguró uno de ellos, tomándolo de las rodillas, mientras los otros dos se comunicaban por radioteléfono con el Departamento Central de Policía. 
¡Pobre Gaspar! Un camión celular lo condujo a la comisaría más próxima, y allí fue interrogado por innumerables policías: —¿Por qué camina con las manos? ¡Es muy sospechoso! ¿Qué oculta en esos guantes? ¡Confiese! ¡Hable! Ese día, los ladrones de la ciudad asaltaron los bancos con absoluta tranquilidad: toda la policía estaba ocupadísima con el "Caso Gaspar—sujeto sospechoso que marcha sobre las manos". A pesar de que no sabía qué hacer para salir de esa difícil situación, el muchacho mantenía la calma y —¡sorprendentemente!— continuaba haciendo equilibrio sobre sus manos ante la furiosa mirada de tantos vigilantes. 
Finalmente se le ocurrió preguntar: —¿Está prohibido caminar sobre las manos? El jefe de policía tragó saliva y le repitió la pregunta al comisario número 1, el comisario número 1 se la transmitió al número 2, el número 2 al número 3, el número 3 al número 4... En un momento, todo el Departamento Central de Policía se preguntaba: ¿ESTA PROHIBIDO CAMINAR SOBRE LAS MANOS? 
Y por más que buscaron en pilas de libros durante varias horas, esa prohibición no apareció. No, señor. ¡No existía ninguna ley que prohibiera marchar sobre las manos ni tampoco otra que obligara a usar exclusivamente los pies! Así fue como Gaspar recobró la libertad de hacer lo que se le antojara, siempre que no molestara a los demás con su conducta. Radiante, volvió a salir a la calle andando sobre las manos. Y por la calle debe encontrarse en este momento, con sus guantes, su galera y su valija, ofreciendo manteles a domicilio... ¡Y caminando sobre las manos!`

La planta de Bartolo de Laura Devetach


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Música

Holaaaaa, estoy de vuelta !!!!! Repasar Viva Jujuy en flauta y buscar en el diccionario las siguientes palabras y escribirlas en la carpet...